La Boule

La boulé y el vingt-trois son dos variantes simplificadas de ruleta. Se parecen fundamentalmente en los principios básicos y su funcionamiento, aunque ofrecen probabilidades más desfavorables y su práctica carece de aquel encanto. Aunque en buen número de pequeños casinos franceses la boulé es el único juego disponible, lo más usual es que el vingt-trois, una nueva invención reciente, se encuentre junto a ella como juego complementario.

La mayor parte de los casinos franceses ofrece el juego de la boulé en un vestíbulo o en salas anexas a las la ruleta. En buena parte, debido a la gran popularidad que alcanzó en otros tiempos la boulé, se permite el acceso al juego a todo el público en general, sin exigir la presentación de documentos de ningún tipo (esto ya ha comenzado a cambiar en muchos sitios).

En algunos casinos que ofrecen la boulé, se sitúan en una única bandeja dos o tres trazados para apostar. Varios números de la bandeja tienen dos o tres concavidades, mientras que las fichas son manejadas por uno o varios croupiers, como sucede con la Ruleta Francesa.

La mesa del boulé consta de un trazado sobre el que se fijan las apuestas y una bandeja circular o ligeramente ovalada sobre la que se disponen unas pequeñas concavidades que llevan impresos los números del 1 al 9. Los números 2, 4, 7 y 9 son rojos, mientras que el 1, 3, 6 y 8 son negros. El 5, cuya función es idéntica a la del 0 en la ruleta, está impreso en amarillo.

El juego es operado por el bouleur, quien lanza una pelota de goma, de tamaño similar a una pelota de tenis, que gira primero sobre las pendientes cóncavas de la bandeja y luego rebota -con irritadora lentitud- de una concavidad a otra hasta detenerse en una de ellas. La bandeja permanece inmóvil (no hay cilindro giratorio como en la ruleta).

Las apuestas se indican también con fichas colocadas en el recuadro escogido de la mesa. Las apuestas a probabilidades iguales, que son las de Rojo / Negro, Impar / Par y Alto (6, 7, 8, 9) o bajo (1, 2, 3, 4), pierden cuando la bola se detiene en el 5. Las apuestas a números sueltos, incluido el 5, se pagan en proporción de 7 a 1.

¿Qué posibilidades de éxito tiene en definitiva un jugador? A probabilidades iguales se apuesta a que se dará uno de los cuatro resultados posibles, sean colores o números. Todas ellas pierden cuando aparece un 5, en lugar de ser retenidas “en prisión” hasta la siguiente tirada o ser reembolsadas en una mitad, del mismo modo que en la ruleta europea cuando aparece el cero. Podemos afirmar entonces, que hay cinco maneras de perder. La probabilidad que se reserva la casa para las apuestas a probabilidades iguales es de 1/9, lo que representa el 11,11% a favor.

Por otra parte, a pesar de que en apuestas a números sueltos hay nueve posibles resultados, la casa sólo paga en proporción de 7 a 1, un punto por debajo de las auténticas probabilidades, con lo que conserva nuevamente un margen del 11,11%, siendo una vez más, un juego de azar con esperanza matemática negativa. No extraña entonces, que la ruleta ha ido perdiendo terreno frente a la ruleta, aunque sigue siendo un juego muy divertido en aquellos casinos donde aún se utiliza.

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